sábado, 30 de octubre de 2010

LECCIONES DE UN PEAJE

Ayer aprendí, entre otras cosas importantes, qué quiere decir ser obispo, y me apresuro a compartirlo con ustedes.
Eran las tres y media de la tarde y yo venía bajando desde Paysandú a Montevideo, después de despedirme de mis pagos sanduceros inolvidables. En el peaje sobre el embalse del río Negro, la chica que me atendió me preguntó si podía llevar hasta Trinidad (50 kilómetros) a un compañero de trabajo que había terminado su turno...

Se llama Richard, dentro de poco cumple 40 y se casó hace cinco años, después de ¡10! de novios. Su esposa (pido disculpas, no recuerdo ahora su nombre) tuvo su primera hija, Maite, hace dos años, y la segunda, Paulina, nació hace apenas cinco días. Ella es transfusionista y trabaja en el Hospital de Clínicas y en el Hospital Pereira Rossell. Cobra una miseria, la verdad sea dicha, pero es una de esas personas de las que se dice "es una vocacional", un título que le queda muy chico.

Con admiración, Richard me contaba que su esposa se mata trabajando, yendo y viniendo de Trinidad a Montevideo (188 kilómetros) y no ha podido conseguir que la trasladen a un hospital de Trinidad, como sería lo más lógico. Además de atender con todo cariño a niños con sida, hace cosas como ésta: después de tener a Maite amamantó también a otros niños del Pereira Rossell: -Porque sus madres no estaban, o porque los dejaban abandonados... Y ella es la que los sacó adelante.

Sonó el celular de Richard. Era ella. Él le explicó que venía hablando con un sacerdote, que enseguida llegaba... - Es que anoche no durmió y Maite tiene celos de su hermanita... A ver si tardo mucho, dice... Claro, quiere descansar.

La madre, cuando llegamos, estaba dándole el pecho a Paulina, una ratita que mide 50 centímetros. Le di una bendición y le dije a la madre que rezaría para que pronto pueda trabajar en Trinidad, sin tener que moverse tanto. Entonces ella, muy serenamente, sonriendo con la espontaneidad de la persona que sabe en qué Manos descansa, comentó: - Se ve que todavía no es el momento.

Seguí el viaje pensando en estas palabras... ¡Cuánto se preocupa uno cuando las cosas no salen como quiere!... La esposa de Richard me hizo una transfusión de confianza en Dios. Continué el viaje reflexionando también en algo que él me había dicho.

Como trabaja en las oficinas del peaje y yo preveo que en la ruta 8, de Minas a Montevideo, voy a tener que pagarlo muchas veces, le pregunté qué hay que hacer para obtener un pase libre. Con precisión profesional me contestó que, para obtenerlo, el auto debe estar matriculado en el departamento; tengo que llevar un certificado de residencia y de propiedad del vehículo y un recibo de luz o de agua; dependiendo de la distancia a la que se encuentre el lugar de trabajo del peaje, me darán más o menos descuento o incluso el pase libre. (Yo le había dicho a él por qué iré a vivir a Minas... Hablamos de la Virgen del Verdún, de cómo le salvó la vida a su padre... Hablamos de varias cosas más). El caso es que, terminando su explicación, Richard agregó:

- Bueno, pensándolo bien, si usted lleva el certificado de que es un trabajador de la Iglesia y que está en Minas, entonces también se le puede dar.

Ya está, definición exacta, no tengo nada que agregar. Amén.

martes, 26 de octubre de 2010

CONVERSACIÓN EN LA CATEDRAL

Ayer estuve en Minas, la primera desde que supe que el Papa me había nombrado Pastor de esa diócesis. Antes de irme al retiro en Buenos Aires habíamos arreglado con monseñor Rodolfo Wirz, Administrador Apostólico de Minas desde que la sede quedó vacante, que haríamos "un asadito" con los sacerdotes de la diócesis, para conocernos...

No fue "asadito". En su lugar, el párroco de la Catedral se encargó de organizar un almuerzo bastante parecido a "La fiesta de Babette", no sé si vieran esta estupenda película. Uno de los comensales, mientras se servía unos magníficos raviolones con salsa a la Carusso, después del aperitivo y un primer plato de fiambres, comentó: - ¡Qué bien se ve el mundo!, ¿verdad? Estuvimos todos de acuerdo.

En un tiempo en el que abundan las visiones negras, el encuentro de ayer fue un oasis. Dicho de otra manera: en lugar de las clásicas "pálidas" que abundan por doquier, lo que recibí en la reunión previa al almuerzo y durante y después, fue un baño de "cálidas": alegría fraterna, ilusiones de apostolado, programación de actividades...

Hice la oración de la tarde en la Catedral, delante del Santísimo y también mirando a la Inmaculada Concepción que la preside. Le di gracias a Dios, sobre todo, por el sentido sobrenatural de los sacerdotes: la verdad es que, sin él, sin fe, en definitiva, no se entiende que llegue un cura desconocido y lo reciban con tanto cariño, qué quieren que les diga.

Lo inesperado fue que apenas había empezado mi oración, cuando oí voces de niños que entraban en la Catedral... Me asomé a la nave y vi que en varias filas de bancos se acomodaban unos cuarenta niños y niñas, con su clásico guardapolvo blanco y su moña azul, y algunas señoras maestras. Me dijo el P. Pablo, que los acompañaba, que era una excursón de chicos de una escuela de Canelones: ellos habían querido conocer por dentro la Catedral.

Les dije entonces unas palabras y los animé a rezarle a Jesús y a la Virgen... Una niña de 9 o 10 años me soltó: - ¿Y cómo se reza? Les expliqué a todos que rezar es hablar a Dios de los que les pasa, de lo que necesitan..., y también que hay oraciones como el Padrenuestro y el Avemaría, que son preciosas, que las deberían aprender... Entonces las recé yo en voz alta... y nadie me respondió.

Hasta hoy no puedo olvidarme de esa criatura que, antes que con las palabras, estaba pidiendo con los ojos lo más cálido que hay en el mundo.




jueves, 21 de octubre de 2010

EL ARTE DE TITULAR


Titular las informaciones es casi un arte. Reflejar en pocas palabras atractivas el contenido de la noticia, es un oficio que se aprende con el tiempo. En todo caso, lo que se pide al título es que sea veraz y que el lector sienta interés en leer la noticia.

Digo esto porque el domingo pasado, cuando faltaba poco más de una hora para tomar el ómnibus que me llevaba a Colonia y de ahí a Buenos Aires, me llamó una periodista de un diario de Montevideo para pedirme unas declaraciones. Le respondí que se las daría con mucho gusto, si me mandaba por mail las preguntas. Así lo hizo y en un rato las contesté y se las envié.

Al día siguiente me sorprendió el titular: OBISPO INDIGNADO POR ANTECEDENTES EN MINAS. A continuación, una síntesis de mis respuestas, en cuatro o cinco párrafos.

Ahora, una vez superada la indignación que le provocó el título a este futuro obispo, ofrezco la entrevista completa para que cada uno saque sus conclusiones.



- ¿Cómo recibió la noticia de su designación como obispo? ¿La esperaba o fue sorpresiva?


- Desde hace un tiempo diría que "circulaba" mi nombre. No era la primera vez que esto pasaba, así había sido en otras oportunidades, de modo que traté de no darle más importancia. Pero... ¡esta vez era verdad! Fue una sorpresa a medias..., pero no ha dejado de ser sorpresa: he sentido alegría por la confianza que el Santo Padre Benedicto XVI ha tenido en mí y, al mismo tiempo, el temor de no estar a la altura de lo que se espera de un obispo. Pero la gracia de Dios ayuda. Confío plenamente en Él y en su Madre, la Santísima Virgen.

- ¿Cuál es su percepción del estado de la fe de los uruguayos? ¿somos gente de fe?, ¿se ha alejado la gente de la Iglesia, como se dice entre el común de la gente?

- De esto se puede hablar horas... y de hecho se habla. Mi percepción, hablando en general, es que tenemos fe en Dios y que nos falta profundizar en ella. También, que deberíamos manifestarla con alegría y libertad interior. Por otra parte, no creo que la gente se haya alejado de la Iglesia, sino que hay muchas personas que de veras desean acercarse a ella y encontrar en ella lo que la Iglesia tiene para dar: el conocimiento del amor con el que Dios nos quiere, la enseñanza de Jesucristo y los sacramentos, que son los canales por los que Dios llega a nosotros.

- ¿Cuáles son sus principales y primeros objetivos al encarar la conducción de la diócesis de Minas?

- Lo primero de todo..., ¡conocer la diócesis! Aprender de sus sacerdotes, escuchar a las personas... Esta mañana del domingo estuve visitando a tres sacerdotes de la diócesis de Minas que ya están retirados en el Hogar Sacerdotal, después de haber trabajado en Minas muchos años, y ya aprendí de ellos bastantes cosas, sólo con verlos y oírlos hablar. Ese es mi primer y fundamental objetivo. Después de escuchar, conocer y rezar, Dios nos ayudará a encontrar los caminos más adecuados para cumplir la misión de la Iglesia.

- El año pasado, el anterior obispo de Minas, Mons. Barboza, renunció a su cargo, tras hacerse público que presuntamente mantuvo relaciones homosexuales. ¿Cree que esto afectó a la comunidad de Minas? ¿Es necesario hacer un trabajo pastoral para para que vuelvan a acercarse fieles que quizás por este hecho se alejaron?

- Sin duda que ese hecho debe haber afectado a la comunidad de Minas. Pero la vida misma de la Iglesia enseña que la fe en Dios y en su Iglesia está por encima de los errores humanos; después de un tiempo de sequía la lluvia vuelve a caer y otra vez hay flores y frutos y cosecha. Estoy seguro de que Minas no será la excepción.

- Al asumir este cargo, ¿piensa adoptar alguna medida o forma de trabajo, para evitar que lo que sucedió con Barboza, pueda repetirse con algún otro sacerdote de la comunidad?

- Repito que lo primero que tengo que hacer es escuchar; lo segundo, escuchar; y lo tercero, escuchar.

- ¿Qué opina de las denuncias de pedofilia que en distintas partes del mundo acechan a la Iglesia Católica? ¿Cree que se ha hecho una burbuja del tema o que se trata de una suerte de ataque contra la Iglesia o son reales las denuncias?

- La Santa Sede ha dado normas muy precisas, que se pueden consultar en Internet, para prevenir que en el futuro no vuelvan a ocurrir cosas como las que han sucedido. Es verdad que los casos que se han dado, en comparación con el número total de sacerdotes, son muchos menos que los que ocurren en otras instituciones o ambientes. Algunos aprovechan y pretenden desprestigiar a la Iglesia. Pero hay que reconocer que la indignación que ha producido lo ocurrido, por la que el Papa no ha dejado de pedir perdón muchas veces, es una muestra de que es muy alto y valioso lo que la Iglesia predica y que el mundo tiene derecho a esperar de sus ministros conductas por completo coherentes con este mensaje. De aquí nuestra gran responsabilidad de no defraudar.




martes, 19 de octubre de 2010

COMO UNA CATARATA



Estoy abrumado; abrumado y muy contento. El sábado 16 celebré Misa en la Catedral de Salto, a las 7.30 de la mañana, como he hecho habitualmente durante mis sábados salteños. Después de rezar Laudes, no dejé pasar la ocasión de pedir que rezaran por el nuevo obispo de Minas...
Al terminar la Misa y hasta la noche –no exagero-, durante el viaje en auto a Paysandú y en ómnibus hasta Montevideo, recibí una catarata de SMS y llamadas por el celular. El domingo continuó el concierto electrónico, hasta que me embarqué en Colonia rumbo a Buenos Aires, donde estoy ahora abrumado por tanto cariño que agradezco muy de veras, y sin conexión de celular. Me han felicitado cantidad de amigos, sacerdotes muchos de ellos, y también feligreses de Minas que aún no conozco. Les he pedido a todos que recen por mí y lo reitero ahora.
El sábado y el domingo se leyó en las parroquias y capillas de la diócesis esta carta, que quiero compartir también con ustedes.




Muy queridos fieles de la Iglesia que vive en la diócesis de Minas:

Hoy se ha hecho público que el Santo Padre, Benedicto XVI, me ha encomendado ser Pastor de esa preciosa porción de la Iglesia Católica. Desde que lo supe empecé a encomendarme y a encomendarlos a todos a la Santísima Virgen, la Inmaculada del Verdún. ¿En qué mejores manos podremos estar que en las de nuestra Madre?

Por una coincidencia no buscada, el anuncio de mi nombramiento se ha hecho cuando se cumple un nuevo aniversario de aquel inolvidable 16 de octubre de 1978, en que fue elegido el gran papa Juan Pablo II. Recuerdo, haciéndolas muy mías, sus primeras palabras: dijo que había sentido miedo al recibir la designación, pero que la había aceptado “con espíritu de obediencia a Nuestro Señor Jesucristo y con confianza plena en su Madre María Santísima”. Minas está amparada por el manto celeste de Nuestra Señora y yo también quiero cobijarme en él.

Espero ir muy pronto a conocerlos y escucharlos. El 19 de abril pasado fue la última vez que estuve en la diócesis, celebrando en el Verdún el 50º aniversario de su creación y la erección del Santuario. Entonces no podía pensar que seis meses más tarde estaría escribiendo esta carta. Los caminos de Dios no son, sin duda, nuestros caminos.
Quisiera agradecerle especialmente a Monseñor Rodolfo Wirz, con quien compartimos una amistad que se remonta a nuestros estudios liceales, la abnegación con que, durante este tiempo de sede vacante, ha desempeñado el cargo de Administrador Apostólico de la diócesis: que el Señor premie su esfuerzo con muchas bendiciones.
En esta semana que comienza estaré en Argentina haciendo un retiro, como preparación para la ordenación episcopal. Les ruego que recen por mí. De modo especial lo pido a cada uno de mis hermanos sacerdotes, con quienes me siento íntimamente unido.
A los enfermos, en primer lugar, y a todos, les envío una bendición llena de afecto en el Señor,

Jaime Fuentes
Obispo electo de Minas

sábado, 16 de octubre de 2010

DIBUJAR UN CORDERO... Y ALGO MÁS

Hoy ya es público que el Papa Benedicto XVI me ha nombrado obispo de la diócesis de Minas. El martes pasado me lo comunicó el Señor Nuncio Apostólico y le respondí que sí, que aceptaba. Entonces se renovó en mi interior la impresión de Saint-Exupèry: cuenta que, mientras trataba de arreglar su avión en el desierto, se le apareció un Principito pidiéndole que le dibujara un cordero… Comenta el escritor: “Cuando el misterio es demasiado impresionante, no es posible desobedecer”.
Desde ese día recomencé la lectura del libro de Juan Pablo II ¡Levantaos! ¡Vamos!, que el gran Papa le regaló a la Iglesia pocos meses antes de irse al Cielo. La actitud interior con que lo estoy leyendo ahora es muy distinta de la primera vez, cuando apenas fue publicado. Entonces sentía el interés natural por conocer este libro del Santo Padre, para conocer sus experiencias como obispo desde que fuera nombrado cuando tenía solamente 38 años.

En esta segunda lectura me sorprendo a mí mismo identificado con el sentimiento de Karol Wotyla, cuando supo que había sido nombrado Obispo auxiliar de Cracovia. Cuenta que, después de conocer la noticia, tomó el tren de regreso… “Llevaba conmigo el libro de Hemingway 'El viejo y el mar'. Leí durante casi toda la noche y solo conseguí adormecerme un rato. Me sentía más bien raro...”. Un poco más adelante vuelve a aparecer esa “rareza”: lo felicitan por el nombramiento y él dice: “Sonreí y me alejé, dirigiéndome al grupo de los amigos, donde tomé mi canoa; pero cuando me puse a remar, me sentí de nuevo un poco extraño”.
Exactamente así estoy yo ahora, y no es para menos: que te llamen para ser -¡ay, Señor!- sucesor de los Apóstoles, es excesivamente grande. Lo explica Juan Pablo II en su libro: “Precisamente durante aquellos días había oído estas palabras (“sucesor de los Apóstoles”) de boca de un físico conocido mío (…) Yo, un sucesor, pensaba con gran humildad en los Apóstoles de Cristo y en aquella larga e ininterrumpida cadena de obispos que, mediante la imposición de las manos, habían transmitido a sus sucesores la participación en la misión apostólica. Ahora tenían que transmitírmela también a mí. (…) ¡Admirable don y misterio!”.
Hoy no puedo decir más. Lo que me ha caído encima es bastante más complicado que dibujar un cordero: tengo que ser, de veras, un Buen Pastor.
El domingo me iré de retiro a Argentina: creo que es lo más “práctico” que puedo hacer. Por favor, acompáñenme rezando por mí y por la diócesis de Minas: ¡gracias, que Dios los bendiga!

jueves, 14 de octubre de 2010

¡CHI-CHI-CHI... LE-LE-LE!...

Los chilenos lloran de emoción y con ellos lloramos en todo el mundo. Los mineros han rezado en las entrañas de la tierra y, al salir de ella, no pocos se han arrodillado a dar gracias a Dios. Los invito a rezar, meditándololas, estas estrofas del salmo 139.





“Señor, Tú me examinas y me conoces.
Tú sabes cuándo me siento y me levanto.
Penetras desde lejos mis pensamientos…

¿Adónde alejarme de tu espíritu?
¿Adónde huir de tu presencia?
Si subo al cielo, allí estás Tú;
si bajo hasta el seol, allí te encuentras.
Si monto en las alas de la auroa
y habito en los confines del mar,
también allí me guiará tu mano,
me sujetará tu diestra…

Si digo: “que al menos me cubran las tinieblas
y la luz se haga noche en tono a mí!”.
Tampoco las tinieblas son para ti oscuras,
pues la noche brilla como el día;
las tinieblas, como la luz.

Tú has formado mis entrañas,
me has plasmado en el vientre de mi madre.
Te doy gracias porque me has hecho como un prodigio:
tus obras son maravillosas, bien lo sabe mi alma.

No se te ocultaban mis huesos
cuando en secreto iba yo siendo hecho,
cuando era formado en lo profundo de la tierra.

¡Qué profundos son para mí,
tus pensamientos, Dios mío, qué grande su número!”

lunes, 11 de octubre de 2010

RECONOCIDA LA CONCIENCIA, NO ES POCO

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa rechazó el 7 de octubre, el llamado Informe McCafferty, que pretendía convertirse en una Recomendación del Consejo, obligando a médicos, personal sanitario e instituciones asistenciales a practicar abortos, al restringir e incluso suprimir -en el caso de las instituciones sanitarias- el derecho a objetar y negarse a realizar o colaborar en abortos provocados.

El citado Informe convertía el aborto en un “derecho”, una prestación sanitaria enmarcada en la salud sexual y reproductiva de las mujeres y consideraba que la objeción de conciencia de los médicos obstaculizaba de manera caprichosa “los derechos sexuales y reproductivos” de las mujeres.
El Informe preveía igualmente mecanismos efectivos de control, es decir persecución de los médicos y personal sanitario que se negaran a practicar o colaborar en abortos provocados.

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa no sólo ha rechazado los presupuestos del Informe McCafferty y la propuesta de recomendación que limitaba el derecho a la objeción, sino que ha aprobado una Resolución (nº 1763) titulada Derecho a la objeción de conciencia en la atención médica.

El texto de la Resolución es el siguiente:

1. Ninguna persona, hospital o institución será coaccionada, considerada civilmente responsable o discriminada debido a su rechazo a realizar, autorizar, participar o asistir en la práctica de un aborto, eutanasia o cualquier otro acto que cause la muerte de un feto humano o un embrión, por cualquier razón.

2. La Asamblea Parlamentaria enfatiza la necesidad de afirmar el derecho a la objeción de conciencia junto a la responsabilidad del Estado de asegurar que los pacientes tienen un acceso adecuado a la atención sanitaria prevista por la ley. La Asamblea es consciente de que el ejercicio sin regulación de la objeción de conciencia puede afectar de modo desproporcionado a las mujeres, especialmente a las que tienen bajos niveles de renta o viven en zonas rurales.

3.- En la gran mayoría de los Estados miembros del Consejo de Europa, la práctica de la objeción de conciencia está regulada de modo adecuado.
Existe un marco legal claro y completo que garantiza que -en el ejercicio de la objeción de conciencia por los profesionales sanitarios- se respetan los intereses y derechos de quienes buscan un acceso a prestaciones sanitarias admitidas por la ley.
4.- A la luz de las obligaciones de los Estados miembros de asegurar el acceso a los servicios y prestaciones sanitarias admitidas por la ley y de proteger el derecho a la protección de la salud, así como su obligación de asegurar el respeto al derecho a la libertad ideológica, de conciencia y religión de los profesionales sanitarios, la Asamblea invita a los Estados miembros del Consejo de Europa a desarrollar marcos legales claros y completos que definan y regulen la objeción de conciencia en relación con los servicios médicos y de salud, los cuales:

4.1. garanticen el derecho a la objeción de conciencia en relación con la participación en el procedimiento en cuestión
4.2. aseguren que los pacientes son informados de cualquier objeción, en un plazo adecuado, así como que son derivados a otro profesional sanitario.
4.3. aseguren que los pacientes reciben tratamiento adecuado, en particular en casos de emergencia.
(Tomado de NOTICIAS GLOBALES)

jueves, 7 de octubre de 2010

LA FAMILIA QUE REZA UNIDA...

Hoy es la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. ¿Cómo olvidar lo que nos dijo Juan Pablo II sobre esta devoción mariana, en su Carta apostólica El Rosario de la Virgen María? Quisiera recordar esta persuasión del Papa: "La Iglesia ha visto siempre en esta oración una particular eficacia, confiando las causas más difíciles a su recitación comunitaria y a su práctica constante". Y, más en concreto, nos animaba a pedirle a la Virgen por dos intenciones: la paz en el mundo y la familia, "célula de la sociedad, amenazada cada vez más por fuerzas disgregadoras, tanto de índole ideológica como práctica, que hacen temer por el futuro de esta fundamental e irrenunciable institución y, con ella, por el destino de toda la sociedad". Es un buen propósito, para este mes de octubre, rezar el Rosario. Agregaba también el Papa:


La familia que reza unida, permanece unida. El Santo Rosario, por antigua tradición, es una oración que se presta particularmente para reunir a la familia. Contemplando a Jesús, cada uno de sus miembros recupera también la capacidad de volverse a mirar a los ojos, para comunicar, solidarizarse, perdonarse recíprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espíritu de Dios.

Muchos problemas de las familias contemporáneas, especialmente en las sociedades económicamente más desarrolladas, derivan de una creciente dificultad para comunicarse. No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunión quedan absorbidos por las imágenes de un televisor. Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imágenes muy distintas, las del misterio que salva: la imagen del Redentor, la imagen de su Madre santísima. La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret: Jesús está en el centro, se comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino.

Es hermoso y fructuoso confiar también a esta oración el proceso de crecimiento de los hijos. ¿No es acaso, el Rosario, el itinerario de la vida de Cristo, desde su concepción a la muerte, hasta la resurrección y la gloria? Hoy resulta cada vez más difícil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida. En la sociedad de la tecnología avanzada, de los medios de comunicación social y de la globalización, todo se ha acelerado, y cada día es mayor la distancia cultural entre las generaciones. Los mensajes de todo tipo y las experiencias más imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes, y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos. Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes, al constatar los fracasos de los hijos ante la seducción de la droga, los atractivos de un hedonismo desenfrenado, las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperación. Rezar con el Rosario por los hijos, y mejor aún, con los hijos, educándolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de «intervalo de oración» de la familia, no es ciertamente la solución de todos los problemas, pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar.

Se puede objetar que el Rosario parece una oración poco adecuada para los gustos de los chicos y los jóvenes de hoy. Pero quizás esta objeción se basa en un modo poco esmerado de rezarlo. Por otra parte, salvando su estructura fundamental, nada impide que, para ellos, el rezo del Rosario –tanto en familia como en los grupos– se enriquezca con oportunas aportaciones simbólicas y prácticas, que favorezcan su comprensión y valorización. ¿Por qué no probarlo?

lunes, 4 de octubre de 2010

SAN FRANCISCO, ¡ruega por NOSOTROS!


¿Conocen ustedes la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL ANIMAL, aprobada por las Naciones Unidas? Hoy, fiesta de San Francisco de Asís, patrono de los animales, recomiendo la lectura de sus Considerandos y de sus 14 Artículos. En el contexto de la difusión universal del aborto, promovido por agencias de las mismas Naciones Unidas, al terminar la lectura sugiero pedir al santo de Asís, fervorosamente, que interceda por nosotros, los que nos llamamos hombres. Por si acaso les diera pereza pinchar aquí para leer toda la Declaración, reproduzco sus tres primeros Artículos aclarando que no se refieren a los bebés non natos, sino a las arañas, a los escorpiones, a las serpientes... ¡San Francisco, ruega por nosotros!

1. Todos los animales nacen iguales ante la Vida y tienen los mismos derechos a la existencia.

2. Todo animal tiene derecho al respeto. El hombres, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a otros animales, o de explotarlos violando este derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales. Todos los animales tienen derecho a la atención, los cuidados y a la protección del hombre.

3. Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos de crueldad. Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no comportará angustia alguna para la víctima.