De un tiempo a esta parte -¡vaya a uno a saber por qué...!- se han multiplicado las películas y los videos de animales que, con intención expresa o implícita de quien los hace o los envía, se presentan como ejemplo de lo que los hombres deberíamos hacer y no hacemos.
Como todo, cuando la producción es tan abundante te cansa y, en mi caso, no pocos de los correos con bichitos que me llegan, terminan en el reciclaje...
Pero resulta que mi hermana Marga acaba de mandarme este video cortito, con el siguiente comentario: "Me dejó sin aliento. Vale la pena verlo".
Lo vi, claro, y me quedé pensando, pensando... Pensé en cachorros, a los que conozco, que corren perseguidos por muchos miedos... Pensé en los que necesitan un padre -¡soy yo, somos nosotros!...- que los defienda y a lo mejor (a lo peor) no lo encuentran... Me vino a la mente, por supuesto, que "el diablo anda girando como león rugiente alrededor de ustedes, buscando a quien devorar"... En fin, los invito a pinchar aquí, ver, pensar y, si quieren, a escribir.
Como todo, cuando la producción es tan abundante te cansa y, en mi caso, no pocos de los correos con bichitos que me llegan, terminan en el reciclaje...
Pero resulta que mi hermana Marga acaba de mandarme este video cortito, con el siguiente comentario: "Me dejó sin aliento. Vale la pena verlo".
Lo vi, claro, y me quedé pensando, pensando... Pensé en cachorros, a los que conozco, que corren perseguidos por muchos miedos... Pensé en los que necesitan un padre -¡soy yo, somos nosotros!...- que los defienda y a lo mejor (a lo peor) no lo encuentran... Me vino a la mente, por supuesto, que "el diablo anda girando como león rugiente alrededor de ustedes, buscando a quien devorar"... En fin, los invito a pinchar aquí, ver, pensar y, si quieren, a escribir.
2 comentarios:
Mirando el video, me acordé de aquella regla de discernimiento de San Ignacio (a quien lo tildan por ella de machista... creo que no da para tanto...) que dice así: "El enemigo se parece a una mujer en tener poca fuerza y sin embargo parecer fuerte. Es propio de la mujer desanimarse y huir si un hombre la enfrenta; por el contrario, si el varón retrocede, su ira y su ferocidad son muy grandes y desmedidas. De igual manera, es propio del enemigo debilitarse, desanimarse y retirar sus tentaciones cuando se resisten y enfrentan sus ataques. Si uno comienza a temer y a desanimarse en la lucha contra las tentaciones, no hay animal en la tierra tan fiero como el enemigo de la humana naturaleza, que busque hacer daño con tanta mala fe."
¡Excelente! ¡Gracias!
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