Hoy, fiesta de los santos Ángeles Custodios, el Opus Dei cumple 81 años: fue el 2 de octubre de 1928 cuando Josemaría Escrivá de Balaguer, un joven sacerdote secular de 26 años, mientras hacía los Ejercicios Espirituales de la diócesis de Madrid, vio con una extraordinaria claridad divina que debía abrir en la Iglesia un camino de santidad para quienes viven en el mundo: santificando el trabajo, santificándose en el trabajo y santificando a los demás con su trabajo.
El “trabajo profesional” del sacerdote es su ministerio sacerdotal… ¿Puede encontrar en él el modo de llegar a la santidad?
San Josemaría, que fue canonizado el 6 de octubre de 2002, lo consiguió. En este “Año Sacerdotal”, sus propias experiencias y enseñanzas, dirigidas más específicamente a los sacerdotes seculares, pueden dar pie a muchos ratos de meditación.
En el libro Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer está recogida la entrevista Espontaneidad y pluralismo en el Pueblo de Dios, publicada en su día en la revista “Palabra”.
En el volumen Amar a la Iglesia se encuentran tres meditaciones suyas sobre esa, su su pasión dominante: Lealtad a la Iglesia, El fin sobrenatural de la Iglesia y Sacerdote para la eternidad.
Le pido a san Josemaría que encienda en nuestros corazones un renovado deseo de santidad: creo que es de rabiosa actualidad lo que escribió en Camino hace muchos años: "Un secreto. -Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos..." (n. 301).
El “trabajo profesional” del sacerdote es su ministerio sacerdotal… ¿Puede encontrar en él el modo de llegar a la santidad?
San Josemaría, que fue canonizado el 6 de octubre de 2002, lo consiguió. En este “Año Sacerdotal”, sus propias experiencias y enseñanzas, dirigidas más específicamente a los sacerdotes seculares, pueden dar pie a muchos ratos de meditación.
En el libro Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer está recogida la entrevista Espontaneidad y pluralismo en el Pueblo de Dios, publicada en su día en la revista “Palabra”.
En el volumen Amar a la Iglesia se encuentran tres meditaciones suyas sobre esa, su su pasión dominante: Lealtad a la Iglesia, El fin sobrenatural de la Iglesia y Sacerdote para la eternidad.
Le pido a san Josemaría que encienda en nuestros corazones un renovado deseo de santidad: creo que es de rabiosa actualidad lo que escribió en Camino hace muchos años: "Un secreto. -Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos..." (n. 301).
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