Un rabino habla sobre la adopción de niños por parte de homosexuales, condenándola, y nadie dice nada. Si, en cambio, habla un obispo católico, que se prepare a hacer de diana de tiro al blanco: será atravesado por cuanto dardo pueda imaginar. ¿Por qué será?... En todo caso, hay que reconocer que el rabino Eliezer Shemtov supo explicar muy bien su posición, es decir, lo que enseña la Sagrada Escritura sobre el tema, sin complejos y con claridad de expresión: vale la pena leerla y aprender. La entrevista apareció en El Observador, el domingo 13 de este mes. Los destacados son míos.
- El Parlamento uruguayo acaba de aprobar la adopción por parte de parejas homosexuales. ¿Qué juicio le merece desde su religión?
- El judaísmo no prohíbe la homosexualidad, sino los actos homosexuales. La homosexualidad es un término demasiado general y vago, que se usa para una plétora de manifestaciones y causas muy diversas. Está más que claro que, según la Biblia, una familia se forma en base a una pareja compuesta por un hombre y una mujer. El judaísmo no condena solamente la relación sexual entre miembros del mismo género; la prohibe en cualquier manifestación que no sea dentro de la pareja heterosexual casada. O sea, la postura del judaísmo no es discriminatoria, sino exclusiva. Creo que es una perspectiva del tema que mucha gente ignora. Reconozco que para muchos este concepto es difícil de poner en pràctica, pero no es un desafío sólo de los homosexuales; hay muchos heterosexuales a los que les cuesta controlar sus instintos y canalizarlos como Dios manda...
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